Hace ocho años, cuando el pecenista Rubén Orellana, ya fallecido, presidía la Asamblea Legislativa, esta institución del Estado tenía 926 personas contratadas, la planilla de esa oficina estatal costaba $20.8 millones en el año. Hoy cuesta el doble, $39.5 millones para un poco más del doble de plazas: 1,924.

La planilla legislativa ha crecido en un 107 % a través de los años. Aunque la misma directiva o presidente de turno, que pertenecen a partidos políticos, sean los facultados para hacer las contrataciones, la institución clasifica esas plazas en dos tipos: de grupo parlamentario y del área institucional. Las asignadas al grupo parlamentario son aquellas plazas contratadas libremente por cada diputado de la fracción correspondiente y que usualmente es personal que pertenece al partido político, es decir, personal de confianza política.

partidosEl órgano legislativo solo reporta la clasificación de ambos tipos de plazas a partir de aquel año en que Orellana, ya fallecido, presidía la Asamblea, no así de las anteriores gestiones legislativas.

Estas plazas partidarias crecen con mayor celeridad: desde 2008, las contrataciones institucionales han aumentado en un 80.4 % mientras que las partidarias lo han hecho en un 149.1 %.

¿UNA MEJORA?

Desde el año 2005, la Asamblea ha crecido a un ritmo de 109 plazas por año, una tasa de crecimiento grandemente influida por lo que pasó durante los años 2009 y 2010.

La Asamblea, presidida por el pecenista Ciro Cruz Zepeda mientras el FMLN iniciaba sus primeros años de Gobierno con Mauricio Funes, contrató en esos dos años 617 plazas: 242 partidarias y 375 institucionales. Un alza de 66.6 %.

Datos de los presupuestos del Ministerio de Hacienda indican que en 2005 la Asamblea tenía 722 empleados, una planilla que costaba apenas $8.7 millones.

Ese alto ritmo de crecimiento de plazas bajó este año, en el cual se crearon 47 nuevas plazas institucionales y dos partidarias, según los datos entregados por la Asamblea Legislativa el diputado Juan Valiente, de ARENA, quien solicitó los datos.

Este legislador, quien ha objetado públicamente la contratación excesiva de personal en la institución legislativa y en el Estado, ha recibido críticas incluso dentro de su partido.

El miércoles, luego de una larga discusión sobre el tema, su fracción legislativa terminó conformando una comisión para evaluar la legalidad de las contrataciones dentro del grupo parlamentario. Ese grupo pretendería, entre otras cosas, detectar posibles plazas fantasmas o contratación de familiares de diputados y, al final, depurar unilateralmente su fracción.

Sin embargo, en otros partidos hay mayor resistencia a realizar unilateralmente una depuración de sus planillas y más del gasto. Esperan que un posible recorte sea fruto de consenso entre los institutos políticos, y que las medidas se adopten desde la directiva o la presidencia de la Asamblea Legislativa.

ESTÁ A FAVOR DE LA DEPURACIÓN DE PLAZAS EN LA ASAMBLEA 
LEGISLATIVA Y ESPECÍFICAMENTE EN SU FRACCIÓN LEGISLATIVA?

Rolando Mata/FMLN: “El FMLN tiene menos plazas y usa menos recursos, consumiendo 60 % del monto asignado y la oposición debería dar el ejemplo, son los que tienen más plazas”.

DAVID REYES/ARENA: “Lo que riña a la ley deberá corregirse. Es tema en potestad del jefe de fracción, va a determinar plazas que no existen, familiares que influyen en el presupuesto”.

Guadalupe Vásquez/GANA: “Si hay acuerdo con todos los partidos y se hace ley hay que respetarlo. Pero que otra quiera salir bien políticamente porque están desgastadas...”.

Serafín Orantes/PCN: “Los montos que tienen los demás partidos como ha sido publicado son los mismos y estamos seguros de que no se va a modificar, no así el número de plazas”.

Rodolfo Parker/PDC: “Yo estaría de acuerdo, pero sería importante saber si esos familiares cumplen una función institucional dentro del grupo parlamentario”.